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  • La expansi n exportadora de Argentina hacia Colombia Per

    2019-06-20

    La expansión exportadora de Argentina hacia Colombia, Perú y Venezuela respondió HAT Inhibitor II distintas razones, pero los mercados obviamente tuvieron mucho que ver. No fue casual que Colombia, por ejemplo, concentrara más de 65% de sus importaciones de Argentina en bienes primarios, pues la agricultura representaba en aquél país 10% de su pib. Precisamente en 2011 aglutinó sus compras a Argentina en tres productos: maíz, tortas y demás residuos sólidos de la extracción de aceite de soja y sorgo. Sin embargo es importante subrayar que, al margen de los productos primarios, fue notable la adquisición colombiana de vehículos para transporte de mercancías. De todas maneras, los productos primarios y las manufacturas basadas en recursos naturales han prevalecido en los envíos argentinos, pues Perú —al igual que Colombia— demandó esas mercancías por necesitar alimentos de origen agropecuario. El maíz y el aceite de soja fueron las mayores compras peruanas a Argentina en el periodo 2000-2011, al llegar ambos productos a sumar este último año casi 800 millones de dólares. Por otra parte, Argentina ha sido una proveedora excluyente de aceite de soja para Perú.
    Lo viejo y lo nuevo La densidad de las relaciones comerciales que Argentina sostuvo con Chile, como la intensidad que portaron sus vínculos con Colombia, Perú y Venezuela, estuvieron enmarcadas en la concepción integracionista y multilateral que postulaba Buenos Aires. La buena relación bilateral de Argentina con Chile no fue novedad en la primera década del presente siglo. El incremento de acercamientos y acuerdos en varias áreas temáticas durante ese primer decenio, no hizo otra cosa que fortalecer aún más la cooperación entre ambos países, iniciada a principios de los años no venta, que en el caso específico de las relaciones comerciales, el año 1997 fue el comienzo del aumento de las exportaciones argentinas al país trasandino. De manera que en el periodo que tratamos, por encima de los roces y controversias entre los dos países, hubo una agenda consolidada de intereses comunes y de responsabilidades compartidas, y en este sentido la política exterior argentina sólo atinó a subordinarse a las oscilaciones de tal agenda. La fluidez del nexo con Venezuela comenzó en 2004, tanto desde el punto político como económico, vínculo que giró en torno a cell plate las relaciones interpersonales entre los presidentes Hugo Chávez y Néstor Kirchner, luego continuadas a través de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. Además de las coincidencias sobre algunas cuestiones de política internacional y regional, entre Argentina y Venezuela hubo una convergencia de necesidades mutuas que fueron satisfechas a través de los beneficios directos e indirectos, tanto de la competitividad agroindustrial de uno, como del poder energético del otro. Sin embargo, Argentina necesitó más de Venezuela de lo que el país caribeño requirió de aquél. El interés económico venezolano estuvo puesto en Brasil, que entre 2006 y 2010 representaba 4% del total de sus exportaciones y, principalmente, por las inversiones de las empresas brasileñas realizadas en territorio bolivariano, que llegaron a los 20 000 millones de dólares en obras públicas y emprendimientos para abastecimiento de alimentos. En cambio la intensidad que cobraron las relaciones con Colombia y Perú respondió a otra razón. Con este último país Argentina tuvo una tradición de fuertes lazos políticos, culturales y militares. Sin embargo, la relación se modificó cuando Argentina vendió ilegalmente armas a Ecuador durante la guerra del Cenepa, en 1995, siendo garante de la paz con otros países a través de un protocolo de 1942. Esa modificación fue básicamente político-diplomática, porque en términos de relaciones comerciales el distanciamiento no fue trascendente, más aún, a partir de 2000 tales relaciones tuvieron altibajos pero crecieron. El refuerzo del vínculo se dio una vez que el gobierno peruano consideró superado el episodio del pasado, lo cual estuvo relacionado con el crecimiento de su economía, sobre todo después de la crisis internacional de 2008. En el marco de ese crecimiento durante el primer decenio del presente siglo, en el cual firmó y ratificó numerosos tratados de libre comercio y acuerdos de complementación económica, Perú decidió sellar con Argentina un Tratado de Asociación Estratégica en marzo de 2010, que —entre otras cuestiones— incluyó mecanismos de consulta y coordinación.